El masaje perineal se realiza para estirar, ablandar y relajar los tejidos a nivel de la musculatura superficial del periné y así incrementar la elasticidad del mismo, lo cual mejora la cicatrización, previene desgarros durante el parto e incluso la episiotomía. Además, mejora la flexibilidad, disminuyendo los posibles dolores en las relaciones sexuales por falta de elasticidad del tejido.
Lo realiza una fisioterapeuta o matrona y se puede enseñar para practicar en casa. Es recomendable a partir de la semana 34 de gestación.